La fase prenatal es un periodo en el cual se requieren muchas adaptaciones del cuerpo de la madre para asegurar el bienestar del feto. La forma de realizarse estos cambios puede tener consecuencias importantes para el bienestar y la salud a largo plazo del niño.
Durante el embarazo, existen cambios cardiovasculares que provoca que el gasto cardíaco aumente en un 40%, en parte por el mayor volumen sistólico y en parte por el aumento de la frecuencia cardíaca. El volumen sanguíneo también aumenta en un 40-50%, mientras que la resistencia vascular sistémica se reduce notablemente. En cambio, el flujo sanguíneo al útero se incrementa. Durante el embarazo, los procesos metabólicos normales se alteran para adaptarse a las necesidades del feto. El contenido de proteinas de los tejidos corporales maternos aumenta y los carbohidratos se acumulan en el hígado, los músculos y la placenta. Además, los depósitos de grasa aparecen bajo la piel, sobretodo en torno a los senos y las nalgas.
Los cambios más grandes ocurren en el sistema respiratorio, tanto a nivel anatómico como funcional. Estos se producen por la influencia de la progesterona, hormona muy presente en el embarazo, incluso antes de que el útero en crecimiento impida mecánicamente la ventilación. El diafragma se eleva unos 4 cm, supuestamente, para ayudar a satisfacer las necesidades de oxígeno del feto.
El ejercicio físico se ha vuelto más popular, y muchas mujeres quieren saber si pueden continuar haciendo ejercicio durante el embarazo. A pesar de los diversos estudios sobre los efectos del ejercicio sobre la maternidad y la salud de feto, todavía hay controversia sobre cómo afecta al embarazo, la edad gestacional al nacer, el tipo de parto, el aumento de peso materno o el peso al nacer del feto, entre otros. Esta controversia viene por las diferencias entre los estudios realizados. Los estudios observacionales utilizan cuestionarios, que no son muy fiables en la evaluación de las actividades físicas, mientras que los estudios experimentales evalúan el tipo, la duración y la intensidad del ejercicio, por lo que las comparaciones entre ellos han resultado complicadas.
Efectos del ejercicio durante el embarazo sobre el bienestar materno y fetal.
Entre los muchos efectos que podemos observar, encontramos que la respuesta respiratoria al ejercicio materno está particularmente relacionada con factores hormonales. Se piensa que los cambios en el sistema endocrino durante el embarazo podrían dar lugar a cambios en las respuestas respiratorias, incluso limitando la capacidad de ejercicio. En un estudio realizado por McAuley et al, se examinaron los efectos del ejercicio aeróbico durante el segundo y tercer trimestre en las respuestas ventilatorias. Los resultados mostraron que el ejercicio materno regular no tuvo un efecto remarcable en los cambios inducidos por el embarazo en la ventilación o el intercambio alveolar de oxigeno y CO2 en reposo o durante el ejercicio submáximo estándar. Según opinan los autores, los programas de cuidados prenatales mejoran la capacidad de carga de trabajo.
En otro estudio, de Pivarnik et al, encontraron que la respuesta cardiorrespiratoria al ejercicio agudo en mujeres embarazadas que eran físicamente activas durante el periodo de embarazo fue mejor que en las mujeres que permanecieron inactivas durante la gestación. Por otro lado, en el estudio de Stutzman et al se sugirió que el entrenamiento de ejercicio podría atenuar el aumento de la presión arterial y la pérdida de tono parasimpático, asociado con el embarazo, con especial incapié en las mujeres con sobrepeso.
Debido a la controversia existente sobre los efectos del ejercicio durante el embarazo, es importante que los estudios posteriores propongan protocolos estandarizados que permitan comparar los resultados obtenidos por los diferentes autores. Estos estudios podría dar respuestas más fiables. En la actualidad, parece que el ejercicio moderado realizado durante el embarazo es beneficioso para la madre, mientras que no tiene efectos adversos sobre el feto en crecimiento.
El contenido de este articulo se ha obtenido de su homónimo «Exercise during pregnancy. A narrative review asking: what do we know?» cuyos autores son Barakat R, et al. Br J Sports Med 2015;49:1377–1381. doi:10.1136/bjsports-2015-094756
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