21 enero, 2018/por Javier S Morales Rojas
Es tal el auge y la popularidad que ha alcanzado el crossfit en los últimos años que se estima que existen más de 10000 centros especializados en todo el mundo. Entre las razones que explican la fiebre por el crossfit destaca que se trata de una disciplina con una gran variedad de ejercicios, siendo cada sesión diferente a la anterior, lo que implica que cada entrenamiento suponga un reto. Cada WOD (Work of the Day) incluye trabajo de fuerza y cardiovascular de alta intensidad, suponiendo una alta demanda a nivel físico y mental, ya que en ocasiones se lleva al organismo hasta la extenuación.
Esta característica hace que el crossfit pueda suponer un mayor riesgo de lesión que otras modalidades deportivas. Hasta la fecha, diversos estudios han estudiado su tasa de incidencia lesional. Un reciente estudio (1) llevado a cabo entre 386 practicantes de crossfit halló que un 19,4% de estos había sufrido una lesión en los 6 meses previos al estudio, siendo los hombres más propensos que las mujeres. Sin embargo, y aunque parezca sorprendente, la incidencia de lesiones no es mayor que la encontrada en corredores de larga distancia (2). Además, la tasa lesional parece situarse en torno a las 3,1 por cada 1000 horas de entrenamiento de crossfit (3), similar a la encontrada en modalidades deportivas como la gimnasia, los levantamientos olímpicos o el rugby. En este sentido, en el fútbol americano, en el hockey sobre hielo o en el fútbol se han registrado mayores tasas. Asimismo, la lesión de hombro –entre 25-31% (2,3)-parece ser la más frecuente entre los crossfiteros. El hecho de que ciertos ejercicios lleven a los hombros más allá de su rango de movimiento fisiológico (por ejemplo, kipping pull-up) podría explicar el alto porcentaje de lesión en el hombro. Otro factor que contribuiría a la lesión de hombro en particular y a lesionarse en general, sería la fatiga muscular que se produce como consecuencia del alto número de repeticiones realizadas en cada WOD. Por ello, es fundamental priorizar la técnica sobre los resultados con el fin de prevenir lesiones.
Por tanto, que el riesgo de lesión no sea mayor que el de otros deportes junto con los múltiples beneficios que aporta -aumento del VO2máx, de la fuerza y la resistencia muscular, y mejora de la composición corporal-, convierten al crossfit en un método de entrenamiento ideal para la mejora de la condición física (4) y, con ello, de la salud. En definitiva, quizá el peligro no resida en el crossfit en sí, sino en el uso que de él se hace, no dedicando el tiempo necesario para el aprendizaje de los ejercicios y no respetando los principios de individualización, de progresión y de relación óptima entre carga y recuperación.
REFERENCIAS
- Weisenthal, B. M., Beck, C. A., Maloney, M. D., DeHaven, K. E., & Giordano, B. D. (2014). Injury rate and patterns among CrossFit athletes. Orthopaedic Journal of Sports Medicine, 2(4), 2325967114531177.
- van Gent, B. R., Siem, D. D., van Middelkoop, M., van Os, T. A., Bierma-Zeinstra, S. S., & Koes, B. B. (2007). Incidence and determinants of lower extremity running injuries in long distance runners: a systematic review. British journal of sports medicine.
- Hak, P. T., Hodzovic, E., & Hickey, B. (2013). The nature and prevalence of injury during CrossFit training. Journal of strength and conditioning research.
- Meyer, J., Morrison, J., & Zuniga, J. (2017). The Benefits and Risks of CrossFit: A Systematic Review. Workplace Health & Safety, 65(12):619.
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