Es un problema que afecta por igual a hombres y mujeres. En no deportista destaca la incidencia en las mujeres por el uso de tacones que conlleva al acortamiento de la musculatura posterior de la pierna y en consecuencia aumenta la probabilidad de sufrir fascitis. En los deportistas está bastante igualada la aparición de dicha lesión. Entre las causas aisladas o en conjunto que producen su aparición están:
- Una alteración biomecánica (exceso de pronación, pies cavos, asimetrías de miembros inferiores…)
- Envejecimiento, con adelgazamiento de la capa de grasa y pérdida de la elasticidad de la fascia.
- Traumatismos o microtraumastismos en el talón.
- Obesidad.
- Aumento de la exigencia física (el caso de quienes empiezan a caminar o a correr).
- Calzado inadecuado, con tacón muy alto o bajo y estrecho. Esta lesión aumenta debido a esta causa en el verano por el uso de chancletas y sandalias.El síntoma principal de la fascitis es un dolor agudo en la zona interna del talón (es la zona de inserción de la fascia plantar) que puede afectar la calidad de vida haciendo dolorosas incluso las actividades diarias más sencillas.Ese dolor suele ser más intenso al levantarse, debido a que la fascia con el reposo de la noche se hace “más corta” y al dar los primeros pasos tracciona con más fuerza. Por ello una vez que hemos caminado un poco, la fascia se estira y suele disminuir la molestia a lo largo del día.
Cuando aparecen los primeros síntomas, se debe empezar a tomar medidas porque tenemos muchas posibilidades de que la fascitis se vaya agudizando y llegue un momento en el que sea muy limitante para la vida deportiva e incluso para la vida normal de una persona, pudiendo llegar la tirantez de la fascia a provocar la aparición de un espolón calcáneo.
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